Hoy en día, la tecnología es parte esencial de casi todos los procesos industriales. Justo el sistema SCADA es uno de los mejores ejemplos de ello. Su nombre proviene del inglés Supervisory Control and Data Acquisition, que significa Supervisión, Control y Adquisición de Datos. En palabras simples, se trata de un sistema que permite vigilar y controlar en tiempo real lo que ocurre en una planta o instalación, ya sea de forma local o a distancia.
Un sistema SCADA combina equipos electrónicos, sensores y programas informáticos que trabajan en conjunto para recopilar datos del proceso —como niveles, temperatura, voltaje o presión— y mostrar esa información en pantallas o paneles de control. Gracias a esto, los operadores pueden tomar decisiones rápidas, detectar fallas, hacer ajustes o incluso automatizar ciertas acciones sin estar físicamente en el sitio.
En la industria eléctrica, el SCADA es clave para supervisar redes de energía, subestaciones o plantas de generación, ayudando a mejorar la eficiencia, la seguridad y la continuidad del servicio. Por eso, se ha convertido en una herramienta indispensable dentro de la llamada Industria 4.0, donde todo está conectado e integrado digitalmente.
¿Cómo funciona y cuáles son los componentes del sistema SCADA?
Mediante un ciclo continuo de adquisición de datos, comunicación, presentación y control, el sistema SCADA alcanza un funcionamiento eficiente de toda su estructura, la cual se compone de varios elementos clave:
- Sensores y actuadores: convierten parámetros físicos (temperatura, corriente, tensión) en señales digitales, y viceversa, pueden ser medidores de voltaje.
- RTUs y PLCs: estás siglas significan Unidades Terminales Remotas y Controladores Lógicos Programables, los cuales funcionan para comunicarse con sensores y concentrar datos que se envían al sistema central.
- Infraestructura de comunicación: puede ser por fibra óptica, ethernet o satelital, y es indispensable para conectar RTUs/PLCs con los servidores centrales.
- Servidores SCADA: son computadoras centrales que albergan la base de datos histórica y el software que procesa, almacena y gestiona toda la información recibida.
- Interfaz Hombre-Máquina (HMI): cabina de operación y trabajo, en dónde se analizan datos de forma gráfica e intuitiva, visualizando los procesos y permitiendo la interacción con cada proceso.
Características principales del sistema SCADA
Algunas de las características del sistema SCADA que se convierten en ventajas innovadoras, es la supervisión en tiempo real, mediante un constante monitoreo de todas las fases de operación. Gracias a sensores capaces de disparar alarmas nos informan de cualquier anomalía o peligro. Al tener la propiedad de ejecutar comando desde central se aprovecha la forma de control a vía remota. Algo muy trascendente es que los sistemas SCADA pueden integrarse a nuevos dispositivos ofreciendo una escalabilidad de hacer reemplazos en su infraestructura.
Tipos de Sistemas SCADA
Tradicional
También conocido como monolítico, es de los pioneros, opera de forma independiente sin necesidad de estar conectado a alguna red. Ideal para procesos de producción simple. Lamentablemente no cuenta con la capacidad de integración a sistemas más completos.
Distribuido
El más común hoy en día, es aplicado para la supervisión simultánea de múltiples procesos. En él los sistemas están interconectados en red, compartiendo información en tiempo real entre múltiples estaciones. Su fortaleza es la capacidad de escalabilidad e integración.
Basado en la nube
El almacenamiento de datos se aloja en la nube, reduciendo el uso/costo de infraestructura. Asimismo, permite el acceso a información desde cualquier lugar, a la vez de una supervisión remota permanente.
Aplicaciones en la industria eléctrica de sistema SCADA
El sector eléctrico requiere una supervisión constante y un mantenimiento oportuno, es por eso que un sistema SCADA resulta indispensable para ciertas aplicaciones:
- Supervisión en subestaciones: para monitorear en tiempo real interruptores transformadores, niveles de voltaje y flujos de potencia, garantizando su operación segura.
- Gestión de distribución eléctrica: en una instalación eléctrica puede controlar las cargas en la configuración de la red, así como en caso de alguna falla restaurar rápidamente el servicio.
- Monitoreo de consumo y calidad de energía: los datos que arrojan los medidores se analizan para gestionar la demanda de energía, verificando parámetros de factor de potencia y armónicos.
- Control de equipos en plantas industriales: para gestionar el consumo en grandes fábricas, en dónde se utilizan transformadores buscando una eficiencia energética.
En la actualidad la implementación de un sistema SCADA robusto y moderno resulta estratégico para cualquier empresa del sector eléctrico. Es todo un sistema que asegura mayor aprovechamiento del suministro, logrando estándares de eficiencia y seguridad tanto para los activos como para el personal humano.
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